Hay momentos en la vida en que deseamos cambiar, dejar experiencias atrás, animarnos a enfrentar y superar desafios, o simplemente recibir una señal de a dónde queremos ir.
En un momento de mi vida me compartieron una herramienta, una meditación andina. Consistía en contemplar la luz de una vela, centrando la misma en la cruz de la chakana.
Cuando necesitas transformarte, dejar experiencias en el pasado, dejar atrás eso que no te sirve o eso que simplemente ya no querés más debemos invocar a la Serpiente contemplando hacia el Sur, para cambiar así como ella, con la capacidad que cambia su piel.
Si querés animarte a enfrentar algo, a iniciar un nuevo desafío, o superarte en algo personal, debes de contemplar la luz de la vela hacia el oeste, ahi está el Jaguar, el Puma, que te enseñará a caminar sin miedo y dar el salto hacia lo que viene.
Si precisas una visión, para encontrar un camino, encontrar una respuesta, entonces contempla el este en la luz de la vela, ahí estarán el Águila, el Cóndor, que te darán su visión, la visión de los ancestros para mirar más allá y encontrar cual es el camino.
Si lo que precisas es crecer, aprender de cada experiencia de vida sin importar si esta es buena o mala, deberás contemplar la luz de la vela al norte, ahí estará el Colibrí, este te dará la sabiduría de los dioses.